domingo, 13 de febrero de 2011

Snow crash, de Stephenson Neal

Un librazo con todas las letras.
Dice Wikipedia:
Snow Crash es el título de una novela de ciencia ficción escrita por Neal Stephenson y publicada en 1992. El título de la novela se refiere a una forma de fallo de los computadores Apple que producía una imagen en pantalla similar a la que se ve en un televisor sin señal [1] , relacionado en la novela con el caos y la pérdida de información, en lo que el autor denomina Infocalipsis; es, al mismo tiempo, una referencia a la primera frase de Neuromante de William Gibson, la novela más popular del subgénero literario denominado como ciberpunk, donde se compara el cielo con la imagen de un televisor estropeado.

Así, la novela de Stephenson está llena de elementos referenciales y paródicos a su género, reconocibles para el lector experto, pero sin dejar de lado el humor, la acción y la filosofía, así como conceptos matemáticos y cientifícos en torno a las nuevas tecnologías, como el ciberespacio, aquí denominado Metaverso.

La novela narra la historia de Hiroaki Hiro Protagonist, un repartidor de pizza en el mundo real, pero príncipe guerrero en el Metaverso, que un día está a punto de no entregar una pizza a tiempo, motivo por el cual conoce a T.A., una adolescente patinadora que trabaja como mensajera. Poco después, Hiro descubre la existencia de un poderoso virus informático en el Metaverso que proyecta una imagen de ruido constante sobre un monitor y que afecta a la capacidad del lenguaje del individuo que contemple dicha imagen. Atando cabos, comenzará a descubrir que detrás de todo esto hay un conocido delincuente apodado Cuervo y una serie de mitos y leyendas relativos a Babilonia.

Las principales aportaciones de la novela a la cultura popular han sido el uso del término avatar para referirse a una imagen de identidad en Internet y la aplicación a juegos de rol masivos (MMORPG) como se reflejan en el Metaverso de la novela.

Rescato esta frase (porque la usaré en otros contextos y porque es absolutamente cierta y si no, pregúntenle a Foucault):

... las cosas interesantes siempre ocurren en los límites (transiciones), no en el centro donde todo es uniforme.
Stephenson Neal, Snow Crash pág. 72

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