lunes, 28 de diciembre de 2009

Absolución por asesinato (Hermana Fidelma 1) - Peter Tremayne

Entre los hermanos irlandeses era costumbre bañarse a diario, y cada nueve días se hacía uso del tigh'n alluis comunal, o sea, «la casa del sudor», en la que unas brasas de turba hacían que los usuarios sudasen copiosamente, tras lo cual se sumergían en agua fría para volver a entrar después en calor mediante enérgicas friegas.

Fidelma no estaba en contra de que los religiosos de ambos sexos viviesen juntos. Creía, al igual que la mayoría de los seguidores de Roma, de las Iglesias britanas e irlandesas e incluso de las orientales, que los religiosos debían casarse y procrear. Los únicos que ensalzaban el celibato y exigían la separación de sexos entre los religiosos eran los ascetas, y nunca había imaginado que la hermana Gwid pudiese ser una de ellos o respaldase sus postulados.

DOCENDO DISCIMUS. Fidelma sonrió. Era cierto: se aprende enseñando.

No creáis todo lo que oís de nuestra abadía. Nos regimos por la norma dum vivimus, vivamus, «mientras vivimos, vivamos».

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