viernes, 15 de abril de 2011

Evaristo Carriego, por Jorge Luis Borges


Evaristo Carriego no es una invención de Borges. Existió. Muy brevemente: murió a los 29 años. Vaya este rescate del breve libro que JLB le dedica.
Muy buena la nota que se publica en Cuchitril Literario.

(...) el entreverado estilo incesante de la realidad, con su puntuación de ironías, de sorpresas, de previsiones extrañas como las sopresas, sólo es recuperable por la novela, intempestiva aquí. Afortunadamente, el copioso estilo incesante de la realidad no es el único: hay el del recuerdo también, cuya esencia no es la ramificación de los hechos, sino la perduración de rasgos aislados. Esa poesía es la natural de nuestra ignorancia y no buscaré otra.

Yo he sospechado alguna vez que cualquier vida humana, por intrincada y populosa que sea, consta en realidad de un momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es.

Que un individuo quiera despertar en otro individuo recuerdos que no pertenecieron más que a un tercero, es una paradoja evidente. Ejecutar con despreocupación esa paradoja, es la inocente voluntad de toda biografía.

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