Para referirme al bellísimo libro que es Las ciudades invisibles cito a alguien con el que coincido. Y de las frases no canso de citar esta que suele gustar mucho a varios de mis amigos.
Finalmente llega a Isidora, ciudad donde los palacios tienen escaleras de caracol incrustadas de caracolas marinas, donde se fabrican con todas las reglas del arte catalejos y violines, donde cuando el forastero está indeciso entre dos mujeres siempre encuentra una tercera...
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