jueves, 9 de junio de 2011

La importancia de llamarse Ernesto, Oscar Wilde


A mí me encanta oír hablar mal de mis parientes. Es lo único que me ayuda a soportarlos. Los parientes son un hatajo de gente absurda, que no tiene la más remota idea de cómo se debe vivir ni el más leve instinto de cuándo deben morirse.

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